Robert Serra, joven mártir de la Revolución Bolivariana: Documental
La noche del 1ro de Octubre de 2014, el pueblo venezolano recibió la noticia del vil asesinato del diputado más joven y más querido de la historia del país, el abogado y líder socialista Robert Serra, quien fue encontrado muerto junto a su asistente y amiga, la joven María Herrera en el interior de su residencia.
Al conocerse la noticia, inmediatamente sectores de la derecha venezolana comenzaron a correr todo tipo de rumores y teorías para intentar asesinarlo también moralmente, asegurando sin ninguna prueba que había sido asesinado por “brujos”, por una “pareja homosexual”, por “mafiosos a los que debía dinero” o simplemente por “el hampa común”.
Sin embargo el gobierno venezolano no lanzó ningún tipo de hipótesis o teorías hasta tener suficientes pruebas para demostrarlas, las primeras investigaciones mostraron que había sido un asesinato por encomienda, toda la operación había sido planeada y ejecutada con mucha precisión, llevándose a cabo en unos pocos minutos.
Aunque los ejecutores del crimen se aseguraron de llevarse las grabaciones de las cámaras de seguridad, no supieron que había un segundo DVR escondido que hacía copias de todas las grabaciones, lo cual permitió a las autoridades conocer desde el principio cómo fue ejecutado el crimen, dar con los implicados y además permitió desmentir un gran número de falsedades que se decían por los medios de oposición.
El primero de los asesinos atrapado fue el mismo jefe de escoltas de Robert Serra, quien fue comprado por una suma alta de dinero para que ayudara a un grupo criminal, compuesto mayoritariamente por ciudadanos colombianos, a planear y ejecutar el asesinato.
Una vez que fueron capturados el escolta alias “el poli”, y uno de sus secuaces, estos confesaron su participación en el crimen y revelaron detalles e identidades del resto de los participantes. Se identificó como Leiver Padilla Mendoza, alias “El Colombia”, al jefe del grupo paramilitar (o Bacrim como son llamados por las autoridades colombianas) que ejecutó la operación por orden de un político colombiano.
En los días siguientes el presidente Nicolás Maduro anunció la captura de otros miembros de la banda paramilitar, y mostró al país en cadena nacional los rostros de los implicados que aun faltaban por capturar, de los cuales dos lograron huir al vecino país para resguardarse, entre ellos Leiver Padilla, quien fue capturado días despues por la policía colombiana, gracias a la alerta roja emitida por las autoridades venezolanas a través de Interpol.
Pasaron meses hasta que el Tribunal Supremo de Colombia decidió aprobar la extradición de “El Colombia” hacia Venezuela para ser juzgado. Una vez extraditado, el presidente venezolano anunció, como lo había prometido meses atrás, el nombre de uno de los autores intelectuales del crimen, quien resultó ser el ex concejal de Cúcuta Julio Vélez, alias “Julito”, quien fue capturado esa misma madrugada en territorio venezolano.
El 1ro de Octubre de este año, el presidente venezolano afirmó en un acto público, que ya han sido capturados todos los autores materiales del crimen y que solo falta encarcelar a uno de los autores intelectuales de ese abominable hecho, quien es nada más y nada menos que el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, quien ha sido señalado como el principal cabecilla de la exportación del paramilitarismo colombiano a territorio venezolano como una invasión silenciosa con la que se intenta derrocar al gobierno de ese país.
Texto: José Casa
InformacionAlDesnudo.com