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Hutíes: amenaza a las telecomunicaciones y guerra de fondos marinos

Por Yoselina Guevara López

            Este lunes 4 de marzo cuatro cables submarinos del mar Rojo que suministran internet y telecomunicaciones en todo el mundo fueron cortados presuntamente por las milicias Hutíes de Yemen. Se trataría de los cables “AAE-1 (conecta Asia-África-Europa)”, “Seacom (conecta Suráfrica-Kenia-Tanzania-Mozambique-Francia-India)”, “EIG (conecta Europa-India)” y “TGN (conecta Estados Unidos con Japón)”. Los daños en general, no se consideran críticos porque otros dispositivos de trasmisión de datos no resultaron dañados, por lo que no se produjo una interrupción fatal de las comunicaciones, pero expertos señalan que un nuevo ataque pudiera comprometer gravemente a las telecomunicaciones a nivel mundial. A través del Mar Rojo se conecta alrededor del 17% de tráfico de Internet, al menos 16 de estos dispositivos atraviesan dicho mar en dirección a Egipto.

La afectación de  los cables submarinos en el mar Rojo es solo el último de una serie de acciones contra infraestructuras submarinas que cada vez se va ampliando a medida que se van se van desarrollando diferentes conflictos bélicos en distintas regiones del orbe.  Aparte del clamoroso caso de los gasoductos Nord Stream en el mar Báltico, se han cortado cables en dos ocasiones en los helados mares del Círculo Polar Ártico. A mediados de noviembre de 2021, desaparecieron misteriosamente unos 4 kilómetros de un cable submarino situado cerca de las islas Svalbard, y unos meses después, a principios de enero de 2022, se cortó uno de los dos cables de transmisión de datos que conectan Svalbard con Noruega.

Comunicaciones y geopolítica

El tablero geopolítico mundial se mueve también en base a la comunicación, a las narrativas que durante los conflictos sitúan las relaciones internacionales en términos de las guerras para ubicar quién tiene razón, y por lo tanto pueden llegar a deshumanizar a quien se perfila como enemigo. En este sentido la manipulación de la opinión pública, que se puede ejercer a través de los medios de comunicación de masas y la comunicación unidireccional, pueden desempeñar un papel que puede ser  decisivo en el fomento del odio, la intolerancia y la violencia.

En años anteriores por ejemplo con el inicio de la Guerra en Ucrania, la atención de la comunidad internacional dejó de lado lo que sucedía en Palestina. Es interesante observar, por ejemplo, que el conflicto ruso-ucraniano, ocupó las portadas de los medios de comunicación occidentales durante casi los dos años, brindando una excelente oportunidad al gobierno israelí para silenciar los bombardeos, la violencia, y la intimidación que durante años han sufrido los palestinos en los territorios ocupados por Israel sin atraer la atención de la opinión pública occidental. Pero este último es solo un pequeño aspecto en el universo de manipulación desde el cual la opinión pública puede ser susceptiblemente atacada. De allí que el Mar Rojo sea evidentemente un punto neurálgico, no sólo por el paso de líneas comerciales vitales, sino porque en su fondo marino hay importantes cables de comunicación para el tráfico de datos a nivel mundial. Es decir, un silencio a nivel comunicacional puede traer consecuencias inimaginables para la humanidad desde todos los ámbitos.

Guerra de los fondos marinos

La aparición de la posibilidad de atacar infraestructuras en los fondos marinos gracias a las nuevas herramientas puestas a disposición por los avances tecnológicos ha traído consigo la necesidad de defenderlas.

Es decir se está desarrollando lo que podemos llamar como “Guerra de los fondos marinos”, que aún no es totalmente visible al mundo entero. La doctrina militar existente no habla explícitamente de una definición unívoca de conflicto bélico de los fondos marinos y de hecho aún el mundo subacuático no ha sido definido como un territorio donde ejercer un dominio en sí mismo, sino sólo como una “dimensión”. Pero al unir los ámbitos de energía, comunicación, economía, que utilizan el fondo marino como vía de tránsito, podemos evidenciar que el fondo marino pasa a ser un territorio que entraría dentro de la disputa por la seguridad y la defensa. El mundo subacuático por su importancia entraría definitivamente dentro la clasificación de los dominios considerados actualmente por el mundo militar: mar, aire, tierra, espacio y cibernético.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que para controlar y actuar en un dominio, una fuerza militar debe tener un conocimiento situacional completo del mismo y poseer la capacidad de actuar con prontitud dentro de él. La capacidad de una fuerza marítima para actuar desde y en las profundidades de un océano es actualmente muy limitada, cuando no inexistente para algunas fuerzas navales. No cabe duda que aún nos queda mucho por estudiar, entender y reflexionar en este convulsionado tablero geopolítico mundial.

Yoselina Guevara López: comunicadora social venezolana, analista política, articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela);I Concurso Memoria Histórica Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar.

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