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Hoy se cumplen 80 años de la Masacre de Ponce

por James Flores
Informacion Al Desnudo – Connecticut
1 DE MARZO DE 1937  LA MASACRE DE PONCE
EL Domingo de Ramos, el Partido Nacionalista Puertorriqueño, habría de celebrar una marcha pacífica de los Cadetes de la República y de las Enfermeras Auxiliares (Hijas de la Libertad) por las calles de Ponce, en protesta por el encarcelamiento del alto liderato nacionalista.
El desfile iniciaría frente a las oficinas de la Junta Nacionalista de dicha ciudad, ubicadas a una cuadra de la Plaza Pública. La dirección del Partido, como es la costumbre de la época, obtiene el permiso del entonces alcalde de la ciudad, José Tormos Diego, para efectuar la actividad. Pero a última hora, el Coronel de la Policía, por órdenes del gobernador, General Blanton Winship, gestiona y obtiene del alcalde de Ponce la revocación del permiso que les había sido concedido.
 La tardía revocación de dicho permiso, no tiene el efecto de impedir que el Partido Nacionalista lleve a cabo la celebración de la actividad, ya que ésta es completamente legal, pues sólo se pretende realizar un acto político precedido de una marcha de militantes nacionalistas.
La Policía de Puerto Rico destaca en el lugar, desde el día anterior, un numeroso contingente de efectivos, comandados por el agente Soldevila y por el capitán Felipe Blanco.
Al inicio de la actividad la banda musical entona La Borinqueña. Alrededor de las tres de la tarde, al terminar las notas musicales del Himno, los manifestantes se disponen a desfilar, cuando el policía Soldevila, colocando su fusta en el pecho del líder nacionalista Tomás López de Victoria, le ordena que no puede marchar. En ese momento suena un disparo y se inicia un tiroteo. Los policías, armados con revólveres, fusiles y sub-ametralladoras disparan contra los manifestantes y contra la multitud que observa el desfile.
Bolívar Márquez, un joven independentista, agonizando escribe en una pared, con su propia sangre:
¨VIVA LA REPÚBLICA. ABAJO LOS ASESINOS¨.
Además de los muertos que resultan de entre los manifestantes y el público allí reunido, dos miembros de la propia policía, los únicos que le dieron sus respetos al Himno, según testigos, son alcanzados entre el fuego cruzado de sus compañeros. Esta intervención violenta y premeditada de la policía deja un saldo de 19 personas muertas y más de 200 heridos.
La policía acusa a los nacionalistas por las muertes ocurridas. Éstos son llevados a juicio, donde salen inocentes de los cargos radicados.
Los sucesos ocurridos en Ponce son investigados por el Comité Hayes, que se organiza especialmente para ese propósito, y que forma parte de la Comisión de Derechos Civiles de los Estados Unidos. El Comité concluye que dichos sucesos son el resultado de un exceso de poder por parte de la policía, del gobernador y las autoridades gubernamentales, y denomina los mismos como una Masacre, nombre con el que pasaría a la historia este lamentable hecho que, desgraciadamente, queda impune.

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