Entrevista a Aníbal Ayala: bohemio boricua en el Norte Estados Unidos
por Gabriela Ortiz Díaz
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
Aunque todos los países de Latinoamérica tienen una música emblemática, “el bolero es la balada latina; se escucha de México a Argentina; rompe con todas las fronteras”. El bolerista Aníbal Ayala ha dedicado 45 años de su vida a cantar ese género inclusivo y a transitar por una ruta bohémica que le ha permitido ganar amigos y regocijarse en el significado que él le otorga a la existencia humana.
Los galardones que ha tenido en su vida: adquirir el respeto y el cariño de la mucha gente que ha compartido con
él a través de esos 45 años, además del reconocimientos que le han hecho artistas como Danny Rivera, Lucecita Benítez y Ednita Nazario, son los que lo llenan y le dejan saber que está haciendo bien lo que le gusta.
En el marco de la actividad “La noche que volvimos a ser gente”, con la cual el multifacético artista Carlos Esteban Fonseca celebró sus cuatro décadas de trayectoria artística el pasado 3 de octubre, Aníbal Ayala viajó de Nueva York – donde reside hace dos años – a Puerto Rico para compartir con Carlos. Esa noche se evidenció la eterna y sincera amistad entre Carlos Esteban, Aníbal Ayala y Abdiel Santiago cuando se juntaron en el escenario para recordar Absurdo Urbano, trío que en los ‘80 integró sátira, humor y crítica social a la música.
Si bien es cierto que Aníbal, como cantante juglar, ha promovido la bohemia en Puerto Rico a través de segmentos en varios programas radiales y de un sinnúmero de eventos nocturnos, también lo es que en la diáspora ha continuado con su “Ruta del Bohemio” y que se escucha el brillo y la potencia de su voz desde el Centro Cultural y Educativo El Maestro en el Bronx, lugar que lo ha acogido al igual que a otros puertorriqueños que se han asentado en esa gran urbe.
Entre anécdotas narradas, interpretaciones a capela de “Madrigal”, “Pequeña” y otros boleros, y la sabiduría que irradia, fluyó una conversación con Aníbal sobre las propuestas artísticas y culturales que los boricuas han desarrollado en el Bronx, y sobre sus convicciones político-sociales, su vida bohemia y su trayectoria musical.
“No se puede desvincular mi personalidad política de mi personalidad bohemia”, estableció desde un principio. Como activista ambiental, combatiente en la lucha por expulsar la Marina de Vieques, sindicalista y solidario con otras causas justas, todas estas facetas importantes en su vida, cree que la política y la bohemia están intrínsecamente ligadas. Esto si definimos política como “lo que le concierne a la gente, por ende, lo imprescindible dentro de una sociedad”, y si catalogamos la bohemia como “una oportunidad para que un grupo de personas se reúna y discuta relajadamente sobre algún tema”. Aunque las bohemias se relacionan con espacios para cantar boleros, “hay tantas reuniones que, aun sin música, pueden designarse bohemias porque tienen un denominador común: el mundo de las ideas”.
Los puertorriqueños han establecido diferentes centros en Nueva York para darles albergue a la reafirmación de la
identidad nacional y a la cultura de Puerto Rico. La Marqueta, el Centro Clemente Soto Vélez y el Centro Julia de Burgos son solo algunos de estos lugares. El centro multidisciplinario El Maestro en el Bronx es otro en el que son frecuentes las reuniones de diferentes tendencias políticas y las exposiciones o manifestaciones de cualquier rama del arte o elemento cultural de los puertorriqueños. En este lugar, Aníbal ha podido difundir esa integración de la política y la bohemia como un ejercicio de creación y discusión de ideas. De hecho, junto a Luis Rodríguez (director musical y cuatrista), William Vázquez (guitarrista), Iris Colón Dipiní y Sonia Michael Cruz (coristas), Luis Cruz y Ángel Villot, configuró el Grupo Maestro y es con esta agrupación que le ha dado continuidad a la “Ruta del Bohemio” en Nueva York. Recientemente, el centro produjo un disco al que Grupo Maestro aportó cinco sencillos: “Recuerdos de Boriquén”, “Verde Luz”, y en la voz de Aníbal, “Bello Amanecer”, “El Bambú” y una versión de la Borinqueña revolucionaria.
“La sensibilidad de un artista se desarrolla dentro de la marginalidad de la profesión. Nada de lo que yo canto tendría el más mínimo sentido si yo no viniera de la marginalidad y no me identificara con ella. Mientras más sufre un artista, más crea. Eso porque la sensibilidad que se desarrolla en esos momentos de sufrimiento es la idónea para crear”, expresó Aníbal para explicar por qué la mayoría de las canciones de bolero son de despecho o patrióticas.
Una trayectoria bohémica
Aníbal Ayala se dedicó por 30 años a trabajar en la Telefónica de Puerto Rico. Aunque desde antes fue delineando su camino en la bohemia, a partir de 1980 se estableció dentro de agrupaciones. En esta década se creó Absurdo Urbano, grupo en el que Aníbal figuraba junto a Abdiel Santiago y Carlos Esteban Fonseca. Edil González les escribió “Y sigue ahí”, canción que se convirtió en una de las favoritas del público. Fueron influencias para Absurdo Urbano el dúo Guardabarranco, el grupo argentino Les Luthier, el grupo español La Mandrágora, el grupo venezolano Medio Evo y el grupo puertorriqueño Los Rayos Gamma.
Prosiguió en la trayectoria el surgimiento de Caribe Gitano en 2006. En esta nueva propuesta, Aníbal continuaba
cantando con su camarada de vida y de la música Carlos Esteban Fonseca, además de estar presente Eduardo Reyes en el acordeón, la vocalista Ana Marta Araiza y Ruco Gandía en la voz y el bajo. También se integraron un guitarrista, dos percusionistas y dos coros.
En 2010, tuvo la sección La Ruta del Bohemio en el programa radial Prende el fogón, conducido por Carmen Nydia Velázquez y Víctor Alicea. Para promocionar esa intervención radial, aprovechó las bohemias que organizaba el pianista Tito Vicente por distintos pueblos de la Isla y de ahí, nació su propio concepto musical, el cual ha continuado en Nueva York.
Sumergidos dentro de la diáspora puertorriqueña en la Gran Manzana, del sentimiento de resistencia que prevalece entre la comunidad y de la lucha que se da para que no desvanezca la identidad puertorriqueña, se encuentran “La Ruta del Bohemio”, el Grupo Maestro, Aníbal Ayala y su potente voz.