Primeras inconsistencias sobre el atentado a Donald Trump
Por José Casa
Han pasado varias horas desde el fallido intento de asesinato al expresidente Donald Trump durante un mitin de campaña en la ciudad de Butler, en Pensilvania, sin embargo, ya pueden verse algunas inconsistencias en la información que se ha revelado sobre este tema.
El caso es que ningún dirigente político, vocero oficial o periodista reconocido de ningún país se atreverá a decir estas cosas, debido a que lo que se considera moralmente correcto ante un acto de este tipo es que todos nos alineemos para condenarlo.
Y de hecho, yo mismo lo hago, estoy totalmente en contra de cualquier acto de violencia contra los líderes políticos, independientemente del partido al que pertenezcan, sin embargo, también es mi deber decir la verdad al mundo, como buen periodista y analista político.
Pero vayamos a los hechos, hasta ahora los medios de comunicación han revelado que el intento de asesinato contra Trump fue realizado por un joven de 20 años, de nombre Thomas Matthew Crooks, quien al parecer desde un sitio elevado accionó un rifle AR-15 desde una distancia de alrededor de 130 yardas o 118 metros.
¿Cuál es el problema con esta narrativa?, pues todos sabemos que los presidentes, tanto en Estados Unidos como en cualquier otra nación, siempre cuentan con un equipo de seguridad que se encarga de asegurar un perímetro de al menos un kilómetro y medio al rededor, desde varios días antes que se realice cualquier acto público.
Este equipo, entre otras cosas, se encarga de identificar cualquier sitio desde el cual un francotirador pueda hacer disparos contra el mandatario para vigilarlo, ya sea colocando personal allí como también colocando observadores con catalejos que monitorean estos sitios para identificar movimientos sospechosos.
Esta es la razón por la que no vemos presidentes siendo asesinados todo el tiempo por francotiradores, es muy difícil que alguien pueda acercarse a un mandatario y dispararle sin que antes sea detectado por los equipos de seguridad.
Algunos me dirán que Donald Trump no es presidente, pero en realidad, en los Estados Unidos cuando alguien ha sido presidente continúa siempre ostentando el título, sigues siendo “presidente”, con ciertos derechos como el de ser resguardado por el servicio secreto, el cual es considerado el mejor equipo de seguridad del mundo.
En internet se pueden ver documentales que muestran cómo el servicio secreto resguarda la vida de los mandatarios estadounidenses, y debo de reconocer que son muy buenos en eso, por eso la pregunta lógica es ¿cómo pudo un joven de 20 años con un AR-15 burlar la mejor seguridad del mundo y disparar contra Trump a una distancia tan corta, sin ser detectado.
De hecho, pude ver el video tomado por un supuesto espectador que grabó al muchacho moviéndose sobre una azotea, es decir que no era ningún experto en camuflaje, sin embargo los funcionarios encargados de detenerlo no lo vieron. Pero además, dicho video no muestra a el joven disparando, por lo que quedan dudas aun sobre de dónde vinieron en realidad los disparos.
Otra cosa que me parece, digamos que sospechosa, es la herida indetectable de Trump en su oreja, es cierto que los videos y las fotos muestras su oreja «sangrando», pero hasta ahora no he podido ver una foto o video en los que se vea realmente una herida.
Los partidarios de Trump negarán que esto haya sido un montaje o autoatentado, y sus oponentes no se atreverán a mencionar esta posibilidad, por la razón que ya he comentado, pero creo que el público estadounidense merece una investigación seria sobre el incidente.
¿Acaso fue un intento del candidato Trump de mejorar sus posibilidades de ganar las elecciones? O tal vez ¿hubo un intento real de asesinato en el cual participó el servicio secreto? Son preguntas reales que quedan a la espera de respuestas, pero, dada la historia de este país en cuanto a este tipo de hechos, la esperanza es poca de que realmente las obtengamos.