Por la libre el acoso laboral en Puerto Rico
El acoso laboral en Puerto Rico afecta a más de la mitad de la población y es más severo que en Estados Unidos, donde solo en días de ausencia representa un costo de $300,000 millones para los patronos.
Eso arrojó el primer estudio nacional de acoso laboral, realizado por la organización sin fines de lucro The Workplace Bullying Alliance, que se presentará hoy viernes en la Universidad del Turabo.
Esta OSFL se fundó hace dos años con el objetivo de prevenir el acoso laboral en P.R. y en los mercados hispanos de EE.UU. ante el desconocimiento que encontraron que había sobre el tema.
El director ejecutivo, Waldemar Serrano, explicó que el estudio se llevó a cabo con una muestra aleatoria de 2,300 personas de sobre 330 entidades locales en todos los municipios e islas-municipios, que incluye desde empresas privadas, agencias gubernamentales, universidades, organizaciones sin fines de lucro y uniones obreras.
Contó que el acoso laboral puede afectar psicológicamente a la persona, al punto de tener que dejar el empleo, ser recluida en un hospital psiquiátrico, tener ataques de pánico típicos de los veteranos de la guerra o atentar contra su propia vida o la de otros. Durante una conferencia educativa sobre el tema, un doctor de 62 años, que trabajaba en un hospital público, empezó a llorar desenfrenadamente y les agradeció porque dijo que «creía que estaba loco y hoy descubrí que lo que me estaba sucediendo con mi jefa era acoso laboral».
La severidad del acoso laboral en Puerto Rico se debe en parte al desconocimiento, pero también a que «hace falta entender lo que es el liderazgo del siglo XXI», opinó Serrano. Los patronos muchas veces carecen de medidas adecuadas de supervisión y de un sistema donde se pueda medir a las personas por su productividad, indicó.
(Archivo/NotiCel)
Entre los hallazgos del estudio, se encuentra una correlación entre el acoso laboral y escolar, lo cual pudiera implicar que en el lugar de trabajo se están replicando patrones aprendidos en la escuela.
Aún más preocupante resulta que Puerto Rico carece de la legislación para atender estas prácticas, que para los efectos se terminan legislando desde la judicatura, según Serrano. El gobernador Alejandro García Padilla vetó en verano del año pasado, la «Ley para prohibir y prevenir el acoso laboral en Puerto Rico», que permitía que el Sistema de Compensación por Accidentes del Fondo del Seguro del Estado pudiera reclamar del patrono los gastos incurridos por el tratamiento del trabajador afectado.
«Si sufres de acoso laboral, vas a la unidad antidiscrimen del Departamento de Trabajo, dices que eres víctima de acoso laboral y te van a decir que no pueden hacer nada por ti. El Fondo del Seguro de Estado, tampoo incluye tratamiento piscológico. No hay ley, ni política que la exija», explicó Serrano.
En Puerto Rico ni tan siquiera existen estadísticas de acoso laboral porque no se le exigen este tipo de datos a la Junta Reglamentadora de Trabajadores.