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Monitoreo de Contexto: miércoles, 9 de noviembre 2022

Por Ruy Díaz

Legítima prohibición rusa

El Gobierno de Rusia impone una prohibición a cooperación técnico-militar con 74 empresas de países occidentales en respuesta a sanciones internaciones contra Moscú. La lista incluye a empresas con sedes en Alemania, Bulgaria, Canadá, Eslovaquia, EEUU, Estonia, Lituania, Montenegro, Polonia, Reino Unido y República Checa.

Elecciones en Estados Unidos

Por su parte, Biden  dio una evaluación de la situación en caso de que los republicanos tomen el control el Congreso: «Si perdemos la Cámara de Representantes y el Senado, van a ser dos años horribles, la buena noticia es que tendré una pluma de veto». La afirmación de Biden es producto que una mayoría en la Cámara de Representantes o en el Senado daría a los legisladores republicanos poderosas presidencias en una serie de comités de supervisión, dándoles la capacidad de lanzar investigaciones dirigidas a Biden, a la Casa Blanca e incluso a los miembros de la familia del presidente, entiéndase a Hunter Biden (el de los negocios oscuros en Ucrania).

Por otro lado, recordemos que hace 20 años las más relevantes economías americanas tenían como principal socio comercial a EEUU, hoy sólo tres (México, Colombia y Canadá) conservan esa condición, además de las naciones centroamericanas y caribeñas. Así, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú y Uruguay han orientado sus intercambios hacia la potencia asiática.

Al hecho económico debe agregarse una consideración política: a diferencia de las inversiones estadunidenses, que han ido siempre acompañadas de intervenciones en lo político, China gestiona las suyas dejando al margen diferencias o afinidades ideológicas entre gobiernos, lo que otorga a la mayor parte de Latinoamérica condiciones propicias para la defensa de sus soberanías nacionales.

En esta perspectiva, debe considerarse el riesgo potencial de que la confrontación económica en curso entre EEUU y China, que tiene implicaciones geopolíticas inocultables, terminará por dirimir de manera cada vez más crispada en el área latinoamericana.

Desaceleración económica

Por otro lado, las principales economías se desaceleran rápidamente tras el subidón poscovid de la recuperación de 2021. Se encaminan actualmente hacía un nuevo desplome en 2023, provocado por el descenso de la rentabilidad (los márgenes de beneficio insólitos de 2021 están en caída libre). Esto frenará el aumento de la inversión. Al mismo tiempo, los cuellos de botella en la cadena de suministros global siguen siendo más importantes que antes de la pandemia. Esto significa que la inflación, que comenzó después de 2020 y se vio acelerada por la invasión rusa de Ucrania y las sanciones de los países occidentales, no se aproximará a los niveles precovid durante un tiempo.

Los bancos centrales, en su intento de controlar la inflación elevando los tipos de interés y reduciendo la oferta monetaria, están provocando el colapso de los precios de los bienes inmuebles, incrementando los costos del servicio de la deuda empresarial y pública y de este modo inducirán la caída de la inversión. El dólar fuerte propaga este daño colateral al resto del mundo, en particular a las economías pobres subdesarrolladas del llamado Sur global, que ahora se enfrentan al aumento del costo de la deuda en dólares, la caída de los ingresos y el potencial colapso de sus monedas.

El aumento de la inversión en mejores tecnologías, servicios públicos y bienes y servicios básicos ha ido frenándose durante décadas. De hecho, desde la crisis financiera mundial las principales economías han estado sumidas en lo que he llamado la “Larga depresión”, caracterizada por un bajo incremento de la inversión y la productividad y por el estancamiento de los salarios reales de la mayoría de la población. Únicamente los muy ricos han salido ganando (enormemente) con las alzas especulativas de los activos financieros y de los bienes inmuebles, que han sustituido a la inversión productiva.

Eso sí, las grandes empresas han cosechado enormes beneficios, y ha habido lo que algunos llaman subidas abusivas de precios por parte de empresas que gozan de un poder monopolista, como las grandes energéticas y las de suministros públicos. No obstante, para la gran mayoría de empresas, la competencia es feroz en sus respectivos mercados y el costo creciente de las materias primas y ahora de los tipos de interés están socavando su rentabilidad.

Así, cuando leemos sobre los enormes beneficios de las empresas energéticas, tecnológicas y mediáticas, particularmente en EEUU, se trata de una minoría. La rentabilidad media (en proporción al capital invertido) se acerca al nivel más bajo en 70 años y resulta que entre el 15-20 % de las empresas ya no obtienen ganancias suficientes para atender el servicio de sus deudas: son empresas zombis, muertos vivientes del capital empresarial.

Datos Económicos

El Dow Jones ganó 333 puntos aterrizando en 33,160 puntos.  En tanto, en el petróleo, el crudo Brent se cotizó a $ 97 el WTI a $ 91 el barril y la onza de oro a $ 1,711.

Ruy Díaz: docente hondureño.

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