Misión JUICE: astrofísica venezolana y geopolítica espacial
Por Yoselina Guevara López
Este 14 de abril se llevó a cabo el lanzamiento de la misión JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer) en el puerto espacial de Kourou (Guayana Francesa), la cual realizará observaciones detalladas del planeta Júpiter, centrándose en el estudio de sus más grandes lunas: Calisto, Europa y Ganimedes, además de sus océanos ocultos bajo tierra.
Astrofísica venezolana en la misión JUICE
La astrofísica venezolana, Miriam Rangel, forma parte de la misión JUICE que investigará las características de habitabilidad de Júpiter, a través de diversos análisis que se llevarán a cabo mediante el instrumento de ondas submilimétricas. La doctora Rangel tiene estudios de pregrado en la prestigiosa Universidad Simón Bolívar de Caracas, y de postgrado en la Universidad de Los Andes, Mérida, ambas con sede en su país natal. Posteriormente obtuvo un doctorado en astrofísica en la Universidad Friedrich Schiller de Alemania. Así mismo esta investigadora ha colaborado con las misiones espaciales Hershel, Rosetta y Sentinel-6, que sirvieron para conocer los detalles del sistema solar. Formar parte de la misión JUICE es un importante logro para la doctora Rangel, quien de alguna representa a su país en la carrera por la conquista del espacio, además de demostrar el alto nivel de la educación venezolana.
Un viaje que durará años
La sonda espacial de la Misión JUICE que se dirige hacia Júpiter se separó del cohete portador Ariana 5 a 1500 kilómetros de altitud; pero apenas llegará a su destino en el año 2031. Júpiter, es el mayor planeta del sistema solar y se encuentra a una media de 628 millones de kilómetros del planeta tierra. Como la sonda espacial no tiene la potencia necesaria para volar directamente tan lejos, tendrá que viajar alrededor del planeta Venus, a donde llegará en el año 2025, antes de volver a pasar por delante de la Tierra en 2029, con el fin de obtener la atracción gravitatoria necesaria para alcanzar su destino final en julio de 2031. Para tener una idea del tamaño del lejano planeta, los científicos hacen una sencilla comparación, la tierra es del tamaño de una moneda, mientras que Júpiter es de las dimensiones de una pelota baloncesto.
¿Qué estudiará el equipo de la misión JUICE?
El objetivo de la misión JUICE es demostrar definitivamente la existencia de vida más allá de la Tierra; una marcada diferencia con respecto a otras misiones similares a Marte, centradas en la búsqueda de signos de vida antigua extinguida hace tiempo. También es la primera exploración de un hábitat fuera de la línea de congelación del sistema solar. JUICE solo estudiará tres lunas pero se conoce que entre 80 y 95 lunas orbitan Júpiter. Por ejemplo en 1610 Galileo Galilei logró observar por primera vez cuatro de ellas: Ganimedes (la mayor luna del sistema solar y la única con campo magnético), Calisto y Europa. La Misión JUICE estudiará estos tres cuerpos helados y sus vastos océanos salados sub superficiales, que podrían albergar formas de vida.
Geopolítica Espacial
Pero llevando estas investigaciones al campo de la geopolítica que domina el mundo, nos damos cuenta que efectivamente la creciente competencia entre las grandes potencias sobrepasa de la atmósfera terrestre. De hecho el espacio cósmico es ya definido por la OTAN como un “dominio”. Es decir, la misma confrontación geopolítica que se vive en nuestro planeta se está poco a poco desarrollando en el espacio, en la búsqueda constante de nuevos espacios de preeminencia.
Por otra parte, a nivel militar las infraestructuras espaciales, ya sean civiles o militares, son ahora parte integrante del pensamiento estratégico de los Estados, cuya protección es ahora un reflejo compartido por todas las fuerzas armadas del mundo. Por ejemplo, el conflicto Rusia-Ucrania nos ha mostrado cómo los satélites son potencialmente objetivos de ataques en el espacio. Numerosos países han creado cuerpos militares dedicados al espacio con diferentes declinaciones. Desde las diferentes órbitas se puede vigilar con precisión al enemigo y dirigir las tropas hacia zonas cada vez más amplias, manteniendo constantemente las capacidades de mando y control. Si a esta utilización del espacio estelar en el ámbito de la defensa, le agregamos la lucha por la explotación de recursos que sean necesarios para la sobrevivencia de la especie humana, y la posibilidad de otros espacios donde poder desarrollar certeramente hábitats, el panorama se torna más complejo y beligerante.
Resulta importante un detalle, no todos los países pueden acceder a las órbitas, y los niveles de operaciones espaciales varían mucho de un Estado a otro. Incluso la posición de un país en la superficie terrestre, más o menos cerca del ecuador, es decisiva para alcanzar las órbitas. De allí que algunas potencias necesariamente tendrán que hacer alianzas, que en efecto ya han comenzado a realizar, para poder mantener sus posiciones no solo en la Tierra sino también más allá de la esfera terrestre. Lo que parecían relatos o películas de ciencia ficción, se está convirtiendo en la realidad de un futuro cada vez más cercano.
Yoselina Guevara López: comunicadora social venezolana, analista política, articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela); I Concurso Memoria Histórica Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar. Twitter: @lopez_yoselina