Gana en Israel Netanyahu, la continuación del sufrimiento del pueblo palestino
Por Yoselina Guevara L.
Likud el partido del ex primer ministro Benjamin Netanyahu ganó las elecciones generales en Israel el 1 de noviembre de 2022. Gracias a los votos de la extrema derecha sionista, el bloque se dispone a gobernar el Estado judío, contando con una mayoría de 65 de los 120 escaños de la Knesset. Estos comicios marcan el retorno de Netanyahu, pero para el pueblo palestino esto no significa ningún cambio, al contrario se cumple la máxima gatopardiana “cambiar todo para no cambiar nada”.
Las elecciones del Estado de Israel estuvieron caracterizadas por una campaña polarizada, que marca la resurrección de Netanyahu (en política los muertos resucitan), que ahora podrá añadir más años a su récord de ser el primer ministro más longevo de la historia de su país, pero quien también ha martirizado con saña a Palestina. No olvidemos que en el año 2021 la Corte Penal Internacional de la Haya abrió un expediente a Netanyahu por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el conflicto de 2014 entre Israel y Gaza, durante el cual murieron más de 2.100 palestinos (muchos de ellos civiles y niños), según la evaluación oficial de la ONU.
Coalición a la derecha de la extrema derecha
Por ahora en la conformación del nuevo gobierno israelí, Netanyahu tendrá que gobernar primero con una escasa mayoría de cinco diputados, limitado por una coalición inextricablemente ligada a los partidos ultraortodoxos; la formación sionista religiosa se ha convertido en la tercera fuerza del país. Para comprender la actitud de estos partidos hostiles a cualquier compromiso con el componente árabe y palestino, considerado como una raza inferior, hay que analizar la campaña electoral de las últimas semanas dominada por la figura de Ben Gvir, un político acostumbrado a ser filmado con una pistola durante sus excursiones por los barrios árabes de Jerusalén y reconocido por sus posiciones racistas antimusulmanas y su reiterada incitación a la violencia contra los palestinos.
Ahora se abrirá uno de los juegos políticos más clásicos: ¿quién utiliza a quién? No cabe duda que Netanyahu es un líder con una amplia experiencia parlamentaria y gubernamental, pero lo que no se puede prever es si ese bagaje político le servirá efectivamente para mantener a raya los instintos religiosos-identitarios de los partidos de la coalición Shas (partido religioso sefardí), Partido Sionista Religioso (HaTzionut HaDatit) y Judaísmo Unido de la Torá, todos ellos a la derecha de la extrema derecha.
Israel en la escena internacional
El resultado de las elecciones puede tener también consecuencias para el posicionamiento del Estado judío en la escena internacional. En primer lugar porque la coalición gubernamental puede amenazar los acuerdos con el mundo árabe que Netanyahu firmó. En segundo lugar, existe el riesgo de problemas con el aliado estadounidense, principalmente porque desde Washington han señalado enfáticamente que no quieren dentro del nuevo gabinete a Ben Gvir, líder de la mayoría parlamentaria y quien ha ya manifestado que le gustaría quedarse con el Ministerio de Seguridad Pública. Gvir ha sido acusado cuarenta y seis veces de incitación a disturbios, vandalismo, racismo y apoyo a una organización terrorista; así mismo ha sido condenado ocho veces, y ha instado repetidamente a las fuerzas de seguridad a disparar a los manifestantes palestinos dentro de Israel y en Cisjordania. Netanyahu se encuentra en una compleja situación que amerita una decisión contundente porque si Ben Gvir accede a una de las carteras ministeriales pudiera ser la primera vez que Estados Unidos le haría un boicot a un ministro israelí, un hecho sin precedentes en las relaciones bilaterales entre Washington y Tel Aviv. En cuanto al tema del conflicto Rusia-Ucrania no se puede tampoco saber con claridad hacia qué lado de la balanza se inclinará Netanyahu, por ahora solo resta el desarrollo de los acontecimientos en esa parte del mundo.
Yoselina Guevara López: comunicadora social, analista política, articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela);I Concurso Memoria Histórica Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar.