Entra en acción contratista de la CIA, mantener control en colonia caribeña PR
(NCM control)
por Jesús Dávila
NUEVA YORK, 14 de marzo de 2018 (NCM) – La asignación de casi 17 millones de dólares, de los menguados fondos de Puerto Rico, a un contratista de la Agencia Central de Inteligencia para que enseñe honradez a los puertorriqueños abre una verdadera caja de pandora sobre las políticas de Estados Unidos para tratar de mantener el control en su principal colonia caribeña.
La maniobra, en la que la funcionaria que firmó el compromiso del dinero dijo no conocer al perito reclutado, viene a ser una contrapartida de otros episodios también relacionados con la comunidad de inteligencia que entran a jugar papeles en la crisis de Puerto Rico.
Levanta además interrogantes sobre las consecuencias para la región caribeña de que desde Puerto Rico se haga una asignación tan cuantiosa a una entidad vinculada a la CIA. Tales interrogantes tienen relevancia particular en momentos en que el director de la CIA, Mike Pompeo, fue elevado al puesto de Secretario de Estado de EEUU y para sustituirle en la agencia de espionaje se acaba de designar a Gina Haspel, ex encargada de operaciones secretas que tiene en su historial haber supervisado torturas.
Sin embargo, en este caso no se trata de información secreta ni escondida, sino que Michael Josephson, a través de su Joseph and Edna Josephson Institute of Ethics, de California, ha dejado saber que presta servicios a entidades vinculadas a la seguridad nacional y la comunidad de inteligencia de EEUU. Entre ellas, están la CIA, así como al Departamento de la Defensa, el Ejército, el Colegio de Guerra del Ejército, el de la Armada y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), según documentos del propio Instituto.
Entre los países en los que el instituto de Josephson realiza encomiendas “por requerimiento del Departamento de Estado de EEUU” -según los documentos de la entidad- están Corea del Sur, Kirgyzstán, Palestina y Colombia. Además, la misma documentación informa que, al menos desde 2016, ha hecho contactos para tratar de desarrollar proyectos en China, África del Sur, Brasil y Ecuador.
El acuerdo, por 16,9 millones de dólares de fondos asignados al Departamento de Educación, se conoce meses después de que el propio Josephson difundiera información en el sentido de que en Puerto Rico estaban ocurriendo “saqueos generalizados” después del paso del huracán María. A pesar de que los incidentes de saqueo fueron aislados y pocos, el Gobierno no hizo nada por denunciar el informe como difusión de noticias falsas.
El trabajo encomendado a Josephson, de promover “ética” y “valores” a través de las escuelas públicas se produce en el marco de las denuncias de sindicatos, grupos sociales y opositores políticos, ante la determinación de privatizar el sistema de instrucción pública, que en Puerto Rico tiene rango constitucional. Ocurre también en momentos en que las noticias sobre corrupción afectan los esfuerzos de recuperación tras el paso de los huracanes del año pasado, como las del caso Whitefish -todavía bajo investigación federal- y las contrataciones por parte de EEUU de entidades con incapacidad manifiesta para atender los pedidos de diversos tipos de suministros.
No es la primera vez que Josephson tiene que ver con Puerto Rico, pues en 2009 se gestionó que desarrollase un proyecto para la promoción de valores, que se puso en marcha en 2010. Su actividad comenzó entre 2010 y 2011, cuando se desarrollaba un alzamiento estudiantil en el sistema de los once recintos de la Universidad de Puerto Rico, que fue blanco de medidas duras de represión.
La diferencia principal ahora es que se trata de un trabajo mucho más abarcador, que cubre todo el sistema público de enseñanza, así como la cantidad de dinero asignado en momentos en que el Gobierno de Puerto Rico se encuentra en quiebra y, el proceso para privatizar escuelas se combina con el cierre de una gran cantidad de planteles escolares como supuesta medida para cortar gastos.
Josephson no es el único personaje de reparto vinculado a la comunidad de inteligencia de EEUU que tiene algo que ver con Puerto Rico últimamente.
Aunque desde un lugar muy distinto, el ex oficial de inteligencia naval y ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Wayne Madsen ha publicado este mes su análisis sobre el deterioro de las posesiones isleñas estadounidenses. Madsen concluye que EEUU debe retirarse de Puerto Rico e Islas Vírgenes y del ramillete de islas del Pacífico para permitir que esos territorios pasen a una etapa post colonial de naciones independientes.
Con respecto a las Islas Vírgenes de EEUU, Madsen plantea que se debe gestionar un acuerdo con Inglaterra para que se unan a las Islas Vírgenes Británicas en una sola nación isleña.
Según Madsen, el azote de los huracanes Irma y María en la zona atlántica y las tensiones entre EEUU y Corea del Norte en el Pacifico han dejado claro que EEUU no ha demostrado la condición para proteger la seguridad y el bienestar de los territorios. Mientras tanto, crece el resentimiento y, en el caso de Puerto Rico en particular, argumentó que los muchos decenios de persecución contra el independentismo han resultado inútiles.
El trabajo de Madsen fue reproducido por la Fundación de Cultura Estratégica, una plataforma en la que aparecen muchos artículos de analistas rusos.
De hecho, la conversación internacional sobre el tema del manejo de las posesiones por parte de EEUU no se limita a la comunidad de inteligencia y espionaje.
El mes pasado, el Instituto Affari Internazionali, de Roma, publicó un trabajo de Leo Keay, de la Universidad de Oxford, en el que se plantea que el problema geopolítico principal es que EEUU ya pasó de la etapa en la que podía continuar ampliando su poder y que ahora se dirige sin reflexionar a lo que se conoce como “la Trampa de Tucídides”, viendo amenazas dondequiera. “Estados Unidos debe cesar de estar aspirando a la hegemonía global”, planteó Keay e indicó que le conviene ajustar sus miras, como en su momento lo hicieron los británicos.
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