Endo-racismo en Venezuela, causas y soluciones
Por: José Casa
Es mucho lo que se dice respecto al tema del racismo en Venezuela, el cual es en parte muy parecido al que puede verse en cualquier otra nación del continente americano, debido a que toda América, desde Canadá hasta la Patagonia fue colonizada siglos atrás por los antiguos imperios europeos, quienes nos legaron su falsa creencia de que existe una raza blanca «superior», que está en el derecho divino de someter a aquellos de «razas inferiores”, es decir, aquellos que no tienen su mismo color de piel.
Y aunque hoy día ya hace unos 200 años que los venezolanos nos declaramos independientes de Europa y nos libramos de la esclavitud, aun vemos en nuestro país expresiones de racismo que, muchas veces no vienen de personas de raza blanca pura, las cuales a decir verdad son solo una pequeña minoría de la población, sino más bien de aquellos que llevan en su genotipo, e incluso en su fenotipo la mezcla de las razas indígena y negra a las cuales desprecian.
Pero, ¿Cómo se da este fenómeno? y ¿Cómo es posible que una persona con sangre negra o indígena se desprecie a sí misma?. Voy a dar mi apreciación al respecto.
Para comenzar, es necesario entender que en nuestro país el fenómeno del racismo está muy ligado al estatus social. Como decía al principio, los imperios europeos que nos colonizaron, en nuestro caso el español, instauraron un sistema político, económico y social organizado a partir de la raza del individuo, sistema que se grabó en nuestras mentes y corazones y que permanece hasta hoy, por eso podemos asegurar, que las distintas expresiones de racismo que se viven en Venezuela no son más que otra de las muchas caras de la lucha de clases de la que hablaba Carlos Marx. Lo que hay y siempre ha habido en Venezuela, más que una lucha entre razas es la lucha eterna entre ricos y pobres.
¿Qué es el endo-racismo?, ¿Con qué se come eso?
Básicamente el endo-racismo es la conducta discriminatoria de un individuo dirigida hacia sí mismo o a las personas de su misma raza y condición social, y esto va mucho más allá de simplemente llamar “negro” o “indio” a otra persona, la expresión racista conlleva una carga de desprecio y hasta odio hacia el sujeto a quien va dirigida, al cual se le considera inferior o de poco valor.
El endo-racismo lo vemos en la persona que prefiere comprar un producto importado porque considera que algo hecho en Venezuela de seguro es “de mala calidad”, en aquella persona que se ríe cuando el gobierno dice que Venezuela será “una potencia” o que tendrá una “agencia espacial” y en aquel que celebra el «Halloween» pero no las fiestas nacionales.
Lo vemos cuando alguien usa una bandera negra para no parecer nacionalista, cuando alguien, aun siendo venezolano residenciado aquí, coloca una bandera de USA en su perfil de Twitter y Facebook, y además escribe todo en inglés, (aunque no domine el idioma).
La cara oculta del endo-racismo
El endo-racismo como fenómeno sociológico, por lo general no es algo que surja de forma espontánea, sino que, como expresión de la lucha de clases, es creado por los grupos de poder económico, nacionales e internacionales, que necesitan siempre mantener su dominio y control sobre las clases menos pudientes, y esto lo logran haciéndoles creer que son inferiores y que por lo tanto su destino es estar siempre bajo los pies del rico y poderoso.
En Venezuela, el problema del endo-racismo o auto-desprecio empeoró con el descubrimiento a principios del siglo XX de los yacimientos de petróleo en nuestra tierra. Antes de dicho acontecimiento, Venezuela era un país que producía sus propios alimentos, ropa y la mayoría de lo que necesitaba… y aunque no era una gran potencia económica, podría decirse que los ciudadanos eran mayoritariamente nacionalistas, amaban sus costumbres, su folklore, su música, su forma de vestir, pero todo esto cambió al comenzar la explotación petrolera, en ese momento el país se olvidó completamente de producir alimentos y otro tipo de cosas para concentrarse única y exclusivamente en la producción y exportación de petróleo, y con las ganancias que el petróleo nos daba comprar en el extranjero todo lo que el país necesitara en lugar de producirlo aquí.
Y ¿Qué tiene de malo eso, preguntarán? Pues que, con el tiempo y debido a esta importadera de cosas el venezolano desarrolló la idea nefasta de que solo las cosas importadas sirven, que todo aquello que tenga una etiqueta que diga “Hecho en Venezuela” no sirve y aunque sea barato es preferible gastar más en algo que haya sido traído del exterior.
Pero esto va más allá, el venezolano al pensar que solo lo que viene de afuera sirve, automáticamente deduce que; “Si yo nací aquí, soy hecho en Venezuela, entonces por haber nacido en esta tierra yo tampoco sirvo”. Es decir, desarrollamos la idea de que somos inservibles y que solo los extranjeros pueden hacer cosas buenas.
Esto lleva a cosas como, que en el país todo el que quiere crear una compañía nueva trata de colocarle un nombre que parezca extranjero, preferiblemente en inglés, porque lo que suene a nacional no será bien recibido por el público, esto hace también que cualquier empresario lo piense dos veces antes de atreverse a comenzar a producir cualquier bien en el país, porque aunque lo venda muy económico, el venezolano seguro preferirá el importado.
Podríamos pensar que con la llegada del Presidente Chávez al poder estas cosas cambiaron, y la verdad es que, aunque cambiaron un poco, aun el endo-racismo se mantiene muy enraizado en nuestras mentes. Chávez nos mostró el camino, pero aun nos falta mucho por recorrer.
Cómo combatir este problema
Pienso que no se debe confundir el tema del racismo en Venezuela con el endo-racismo, puesto que no son lo mismo y además las formas de enfrentar ambos problemas son muy distintas, aunque es cierto que en Venezuela hay expresiones de racismo, como las hay en todo el continente y casi el mundo entero, nuestro problema de endo-racismo es mucho más grave.
Aunque los libros señalan distintas posturas en cuanto a cómo combatir el racismo, y se sugieren técnicas como; fomentar el encuentro de las personas de distintas razas para que a través del compartir y el conocerse se rompan los estereotipos inculcados por la sociedad, o crear leyes que castiguen las expresiones de racismo para que estas poco a poco desaparezcan, dichas técnicas no pueden realmente ser utilizadas para combatir el endo-racismo, debido a que no se puede por ejemplo, castigar a un sujeto por despreciarse a sí mismo, razón por la que se deben buscar alternativas, y pienso que la respuesta está en el redescubrimiento de nuestra cultura e identidad nacional.
Es necesario que se promueva el amor a la cultura nacional, el conocer nuestro folklore, nuestras raíces, el amor a nuestra música, a nuestras costumbres, cosas que ya de por sí el Presidente Chávez comenzó a hacer hace unos 15 años atrás, cuando nos enseñó el amor hacia nuestra patria, a nuestra historia, a nuestro héroes, y nos mostró que ser venezolano no es algo que deba apenar a nadie sino que al contrario debe ser motivo de orgullo, e incluso logró que la oposición venezolana abandonara las banderas negras y usaran la tricolor, (aunque al revés) pero pienso que aun falta que estos mismos sectores comprendan que ser “oposición” no necesariamente implica que debas odiar a tu patria, sino que al contrario, el amor a tu país y el orgullo de ser venezolano debe ser lo que te motive a impulsar cambios, si consideras que estos son beneficiosos para tu país y tu gente.
El tema es largo, pero mi artículo lo dejaré hasta aquí, sin embargo quienes deseen profundizar en el tema del racismo y endo-racismo en Venezuela y toda América pueden leer el siguiente libro:
En estos momentos, estoy investigando información para desarrollar una monografia sobre el racismo y endoracismo en Venezuela.
Mi principal problema al hacerlo es la poca imparcialidad por parte de los autores al describir este problema. En la mayorÃa de los documentos que he leÃdo hay un fuerte proselitismo polÃtico.
Sacando toda la propaganda, lo que queda para usar, aunque bueno, es muy poco.
Gracias.
Saludos amigo Carlos, te cuento que este es un artÃculo de opinión, lo que tú necesitas es buscar libros de texto sobre el tema, y artÃculos cientÃficos publicados por revistas especializadas, no puedes basar una investigación en opiniones de internet.