Edward Snowden: ‘Yo debería haber contado todo antes’
¿Qué cree que cambió durante los dos últimos años?
Las personas están mucho más escépticas en relación con los programas de vigilancia de lo que lo eran antes de que yo aparezca. Después de revisar la información que fue revelada, s confirmó ampliamente que nuestros gobiernos estuvieron infringiendo la ley. Y también los tribunales, que tienen todos los fundamentos para decir: «No tienen nada para ver aquí, continúe circulando”. Haber participado de esto y tener ahora la oportunidad de recuperar, no solamente una cuota de legalidad para los gobiernos, sino también una cuota de libertad para nuestras vidas digitales, es lo que me alienta y hace que me levante todas las mañanas.
¿Cómo reaccionó la comunidad de servicios de inteligencia?
Hay muchos estímulos políticos para que las personas implicadas en la comunidad de servicios de inteligencia digan que las filtraciones son extraordinariamente dañinas. Pero, personalmente, muchas de ellas estaban muy preocupadas sobre si era correcto o no vigilar en forma masiva, y si deberíamos o no estar haciendo eso. Los funcionarios también piensan que el hecho de que la opinión pública se haya sensibilizado sobre la vigilancia en masa, en realidad los beneficia. La razón es que, si uno revela al mundo que tiene la máquina de espiar más impresionante del planeta, todos los demás espías van a querer hablar con uno para intercambiar figuritas de fútbol. Vi mucho eso.
¿Se arrepiente de algo?
Yo me arrepiento de una cosa: debería haber aparecido antes. Si hubiese hecho eso, creo que tendríamos mucha más libertad en nuestras vidas online. Porque el mayor desafío que enfrentamos a la hora de reformar los programas de vigilancia es que es muy difícil cambiarlos, ya que el dinero fue gastado y que esas prácticas fueron institucionalizadas en secreto, sin el conocimiento de la opinión pública.
El gobierno no quiere, simplemente, eliminar esos programas y deshacerse de ellos. Y los jefes del espionaje se acostumbraron a poder decir: «Mira, ni siquiera necesitamos ordenar que esa persona sea vigiada: ya tenemos todos sus registros privados porque espiamos a todo el mundo. Entonces, simplemente analizaremos sus llamadas telefónicas, registros de localización y cruzamiento de fronteras durante los últimos 30 años”. Es muy difícil convencerlos de que dejen de hacer eso.
¿Qué les diría a los que piensan que no tienen nada que esconder y, por lo tanto, la vigilancia en masa no tiene importancia?
No se trata de no tener nada que esconder, se trata de uno mismo. Se trata de poder tener amistad con quien uno quiera, sin tener que preocuparse qué imagen transmite por escrito o en algún registro privado guardado en alguna caja fuerte del gobierno.
Se trata de darse cuenta de que hay razones para cerrar la puerta del baño. Hay razones por las cuales no queremos que la policía tenga una cámara de video con la cual pueda vernos dándonos un baño. Hay razones para que todo el mundo esté preocupado si su televisión Samsung grava lo que se dice en la habitación y, después, envía a terceros esa información. Esto es lo que va ocurrir: uno no va más a ver televisión, la televisión va a verlo a uno.
Edward Snowden viviendo en Russia. |
¿Qué cree que va a ocurrir ahora?
Ésta va a ser una de las cuestiones de derechos humanos con mayor impacto en los próximos 30 años. Porque lo que vemos ahora es sólo el comienzo. Quien trabaja con todo esto desde el ámbito de la ingeniería está pensando: ¿Cómo podemos llegar más cerca? ¿Cómo podemos recopilar más? La tecnología será más barata, la conexión será más común y las redes más omnipresentes. Si no tomamos las riendas de las cosas y no establecemos normas internacionales sobre el tipo de comportamiento adecuado en una sociedad libre y liberal, no habrá sociedades libres ni liberales.
¿Y cómo se siente usted?
Tengo mucho menos tiempo ocioso. Es raro. Las personas probablemente piensan que pasar a la clandestinidad es algo medio insensato, pero de hecho, estoy trabajando mucho más que antes. Y me completa totalmente. Normalmente, trabajo siete días por semana. Y queda mucho por hacer.
La parte más difícil de los últimos años ha sido estar lejos de mi familia y de mi casa. Sacrifiqué muchas cosas. Ahora vivo en forma más simple, pero en el fondo, valió la pena. Tuve mucho apoyo, inclusive por parte de personas de la comunidad de los servicios de Inteligencia.
¿Quiere agregar algo para finalizar?
El progreso es resultado del desacuerdo. Se nadie quiere cambiar las cosas ni intentar algo diferente, si nadie se arriesga a salir de los límites de lo que la gente acostumbra hacer, tendremos sociedades muy estáticas y, en mi opinión, muy limitadas.
No vamos a permitir la violación de nuestros derechos digitales. Participe de la campaña #Unfollowme
Anistia Internacional
http://www.amnesty.org/es