¿Cuál es el verdadero plan de EE.UU. contra Venezuela?

Desde la llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela, el gobierno estadounidense ha estado intentando derrocar a la revolución bolivariana, durante mucho tiempo esto se hizo de manera encubierta, financiando a grupos políticos, promoviendo golpes de estado, cercando al país financieramente y presionando a través de sanciones.

Durante los gobiernos de Clinton, Bush y Obama, estos intentos siempre se hicieron de forma velada, lo cual permitía a la administración de turno negar cualquier acusación de injerencia que viniera desde Caracas. Sin embargo durante el gobierno de Trump este velo ha caído, pues se ha admitido públicamente que hay un deseo de invadir a ese país, y que además, la razón para hacerlo es por su petróleo.

La Pregunta Ingenua

Durante el año 2018 los medios revelaron que el presidente Trump hizo esta pregunta a sus asesores ¿Por qué no podemos simplemente invadir a Venezuela como lo hicimos con Panamá?

Donald Trump, un neófito en la política que ve todo en blanco y negro, no podía entender lo que le explicaron sus asesores, y es que Venezuela no es Panamá.

Por supuesto, esto no lo detuvo de decir en público (en contra de lo recomendado por sus asesores) que “todas las opciones estaban en la mesa”, y de hablar con mandatarios de América Latina para buscar un apoyo para esta supuesta invasión.

Lo cual le reveló al mundo, o más bien confirmó, lo que ya se sabía, que todas las denuncias de Venezuela respecto a la injerencia de Estados Unidos para derrocar al gobierno bolivariano eran ciertas.

Perro que ladra

Durante los últimos días se han multiplicado las amenazas del gobierno estadounidense de realizar una operación militar en Venezuela para sacar al presidente Nicolás Maduro del poder, se ha dicho por ejemplo que si le tocan un pelo a Guaidó esto será tomado como un acto de guerra, también se ha amenazado a los militares venezolanos para que desconozcan al gobierno constitucional, lo cual por cierto, produjo un resultado contrario al esperado.

Incluso, se ha llegado al colmo del ridículo, cuando el señor Bolton, durante una rueda de prensa, dejó intencionalmente que los periodistas vieran una nota escrita sobre unos supuestos 5.000 soldados estadounidenses que estarían siendo trasladados a Colombia, tratando con esto de infundir miedo al gobierno venezolano.

La realidad, es que en Venezuela saben que desde hace mucho Colombia está llena de soldados norteamericanos (ya que Estados Unidos tiene siete bases militares en ese país), pero también saben que el pentágono no está dispuesto a usar sus tropas en Venezuela por las consecuencias catastróficas que esto les podría ocasionar, todas estas amenazas son solo los ladridos de un perro asustado.

Si quieres paz…

A diferencia del presidente Trump, los militares estadounidenses entienden las implicaciones que tendría una operación militar en Venezuela, debido a que conocen el verdadero nivel de preparación de la fuerza armada venezolana para enfrentar una invasión de su territorio. Venezuela cuenta con armamento altamente sofisticado, con el cual no contaba Panamá, ni ninguno de los países invadido por estados unidos en las últimas décadas.

A nivel aéreo, Venezuela cuenta con la aviación más poderosa de Latinoamérica, la cual se ha venido fortaleciendo gracias a los acuerdos con China y Rusia, también cuenta con el sistema de defensa antiaérea S300, uno de los mejores del mundo, el cual es una de las principales razones de la retirada de Estados Unidos de Siria.

Además de esto, cuenta con alrededor de dos millones de milicianos, preparados para la guerra de resistencia en caso de una invasión, esto sin contar a los miembros del ejército regular y de las llamadas FAES, las fuerzas de acciones especiales que han venido siendo entrenadas y equipadas con toda clase de armas modernas durante los últimos años.

Apoyo de Rusia y China

Algunos voceros del gobierno norteamericano, se han dedicado en estos últimos días a repetir una y otra vez que Rusia y China no se atreverían a ayudar a Venezuela en caso de una confrontación militar con los Estados Unidos, el senador Marco Rubio por ejemplo, aseguró hace poco que “Rusia no intervendría porque Putin no es tan tonto como para hacerlo”.

No sé si de verdad ellos mismos crean lo que dicen, o si solo afirman esto como ejercicio para disminuir el nivel de miedo de su población de entrar en una confrontación con Rusia, lo cierto es que, contrario a lo que afirman estos personajes, la realidad nos muestra que el apoyo de Rusia a Venezuela, no es algo que tal vez se de en el futuro, sino algo que se viene dando desde hace muchos años.

Rusia ha dotado a Venezuela desde el 2010 con los mejores equipos de defensa antiaérea, así como radares, aviones, helicópteros, tanques y toda la gama de armas que se pueden necesitar para la defensa del país.

Si bien es cierto que los soldados rusos no participarían abiertamente en una guerra de EE.UU. contra Venezuela(o al menos no al pricipio), si podemos estar seguros que el apoyo de Rusia a Venezuela, con armas, financiamiento, logística e inteligencia, que ya se viene dando desde hace años, se intensificará, precisamente porque Putin no es tonto, y no permitirá que la mayor reserva de petróleo del mundo quede en manos de su peor enemigo, y lo mismo pasa con China. Además Venezuela no solo cuenta con petróleo, sino con una gran reserva de oro, gas natural y muchos otros recursos, por lo cual es imposible que estas grandes potencias se queden de brazos cruzados.

Apoyo a la invasión

Es común en quienes han visto muchas películas del capitán América, pensar que cuando los Estados Unidos invadan un país, sus soldados serán recibidos por los locales como héroes y que les ayudarán en su cometido. Piensan, que solo hay que entrar, matar al “dictador” y todos serán felices por siempre.

Esta forma de pensar no es única de los niños, muchos adultos piensan de esa manera, e incluso presidentes de grandes naciones razonan de esa forma.

También hay quienes creen que es posible entrar a un país, matar al presidente y sus allegados, sin que nadie más salga herido, y que el resto del país se quedará de brazos cruzados sin hacer nada.

Sin embargo, los generales y el alto mando estadounidenses saben que ese no es el caso, que al dirigir una invasión, eso no es lo que pasará.

Además saben que el público estadounidense, solo apoya las guerras, o al menos las tolera, cuando estas no producen muertes ni pérdidas para su país, pero en caso de darse un conflicto donde se pierdan barcos, aviones o una cantidad inaceptable de militares, o que produzca efectos como una migración masiva, escasez y subida de los precios del combustible en su territorio, entre otras, esto hará sin dudas que comiencen a rodar cabezas, por ello no creo que invadir militarmente a Venezuela sea realmente el plan que contempla el pentágono en este momento, a pesar de lo que afirman Trump y sus allegados.

El verdadero plan

Ante esta perspectiva, de una Venezuela, que a pesar de estar supuestamente en “crisis” como se ha dicho, tiene la capacidad de llegar a causar graves daños a sus atacantes, el plan del pentágono es evitar a toda costa esa confrontación, puesto que tendría un alto costo en todos los niveles, y por lo tanto, la verdadera estrategia para sacar a Maduro está en los siguientes escenarios:

• Intentar que los países vecinos utilicen a sus ejércitos para invadir a Venezuela, cosa poco probable ya que estos gobiernos saben el riesgo que correrían si se lanzaran esa aventura, los presidentes de Colombia, Brasil, Argentina y el resto de cipayos, se han negado a apoyar una invasión militar a Venezuela, o al menos a realizarla con sus propios ejércitos, porque al igual que sus amigos del pentágono, saben que la guerra se les podría salir de control muy fácilmente y saldrían muy mal parados.
• Tratar de que los militares venezolanos o el pueblo civil derroquen a Maduro, lo cual hasta ahora no se ha logrado, si bien las personas inconformes con el gobierno de Maduro realizaron algunas marchas y manifestaciones el día 23 de enero por la petición pública que hizo Mike Pence, desde el día 24 en adelante el país ha estado en total calma. La oposición dice estar “negociando” con militares la salida de Maduro, pero la verdad es que eso lo vienen diciendo desde hace años, si de verdad tuvieran militares con la capacidad de realizar un golpe de estado, este ya se habría dado.
• Intentar intimidar a Maduro para que entregue su cargo. Cosa que dificulto mucho que suceda, pues él mismo ha dicho que nunca renunciaría al cargo que le fue entregado por la vía electoral y creo que ya lo ha demostrado con sus actos.
• Y por último, usar mercenarios para tomar el palacio de Miraflores (y otros puntos estratégicos), tal vez disfrazándolos de soldados venezolanos y simular un golpe de estado, o tal vez utilizar a estos mercenarios para asesinar al presidente y a sus allegados, o al mismo Juan Guaidó, tratando de provocar así una guerra civil que justifique la intervención extranjera.

A medida que pasan los días, la estrategia estadounidense para aplicar un golpe de estado en Venezuela en este enero de 2019 se ha venido derrumbando, a pesar de las amenazas de invasión, que como he dicho, son solo para blofear (y se les ha vuelto en su contra), la realidad es que el plan, de sustituir a Maduro con un presidente autonombrado se les ha desinflado, en parte porque no lograron que el pueblo venezolano saliera a protestar masivamente, lo cual era necesario para concretar el golpe, y también porque el gobierno de Maduro logró desarticular a los grupos violentos que habían sido preparados para generar el caos.

Sin embargo, este no es el fin de la historia, el gobierno estadounidense seguirá cercando a Venezuela, tal como los nazis a la ciudad de Stalingrado durante la segunda guerra mundial, por ello creo que, es el momento de que las fuerzas progresistas de todo el mundo cierren filas en apoyo a la Revolución Bolivariana, para hacer retroceder al enemigo común, sin titubeos, ya que salvar a Venezuela es salvarse a sí mismos.

José Casa