Ana Belén Montes, merece reparación por su encarcelamiento al restablecer relaciones Cuba y EE.UU.
Norelys Morales Aguilera. — En el año 2002 fue arrestada Ana Belén Montes por «entregar a Cuba información que le permitiera conocer los planes de agresión de Estados Unidos contra la isla». Se declaró culpable. Fue sentenciada a 25 años de prisión en octubre del propio año, luego de haber llegado a un acuerdo con la Fiscalía para cambiar la condena de alta traición por la de espionaje.
En 1979, a los 22 años, la Universidad de Virginia le concedió una licenciatura en relaciones internacionales. Posteriormente logró una maestría. En 1985 fue acogida en la DIA. Por sus capacidades fue enviada a la base aérea de Bolling, en Washington, donde trabajó como especialista en investigación de inteligencia. En 1992 pasó al Pentágono como Analista. Con un cargo ficticio, durante un tiempo fue ubicada en la representación diplomática en La Habana para que “estudiara” a los militares cubanos. En 1998 la DIA la envió de nuevo a la Isla para que “observara” el desarrollo de la visita del Papa Juan Pablo II. [1]
Además de poseer un rostro dulce, sonrisa perenne y buenos modales, era sumamente discreta. Mientras vivía sola en un sencillo apartamento al norte de la capital estadounidense,
escaló hasta llegar a ser analista de primera categoría en el Pentágono (senior analyst). Tuvo acceso a prácticamente a todo lo que la comunidad de inteligencia recogía sobre la isla. Sabía lo que el Departamento de Defensa conocía en relación a las actividades militares cubanas. Por su rango era miembro del súper secreto “grupo de trabajo interagencias sobre Cuba”’, que reúne a los principales analistas de las agencias federales, como la Agencia Central de Inteligencia, CIA, y de la misma Casa Blanca y el Departamento de Estado,
Fue arrestada el 20 de septiembre de 2001 mientras se encontraba en su oficina, en las instalaciones de la DIA en la Base Aérea de Bolling, en Washington D.C., por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Montes fue llevada hacia una instalación carcelaria federal mientras el FBI registraba su casa, su automóvil y una caja de seguridad en un banco local. [2]
Días después fue acusada de conspiración para cometer espionaje para el gobierno de Cuba. Se le sometió a juicio y la condena se mantuvo a la sombra de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. En algún momento fue trasladada a Carswell – una prisión federal especial para los presos con problemas de salud física o mental –, aunque no tenía nada de eso en el momento de su encarcelación.
En el juicio al que fue sometida declaró con total transparencia e hidalguía que obedecía a su conciencia:
«Existe un proverbio italiano que quizás sea el que describe de la mejor forma en lo que yo creo: Todo el Mundo es un solo país. En ese «país mundial» el principio de amar al prójimo tanto como se ama a uno mismo resulta una guía esencial para las relaciones armoniosas entre todos nuestros «países vecinos».
«Este principio implica tolerancia y entendimiento para las diferentes formas de actuar de los otros. El establece que nosotros tratemos a otras naciones en la forma en que deseamos ser tratados- con respeto y consideración. Es un principio que, desgraciadamente, yo considero nunca hemos aplicado a Cuba.
“Honorable, yo me involucré en la actividad que me ha traído ante usted porque obedecí mi conciencia más que obedecer la Ley. Yo considero que la política de nuestro Gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa, me consideré moralmente obligada de ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político.
Nosotros hemos hecho gala de intolerancia y desprecio hacia Cuba durante cuatro décadas. Nosotros nunca hemos respetado el derecho de Cuba a definir su propio destino, sus propios ideales de igualdad y justicia. Yo no entiendo como nosotros continuamos tratando de dictar… como Cuba debe seleccionar sus líderes, quiénes no deben ser sus dirigentes y qué leyes son las más adecuadas para dicha nación.
¿Por qué no los dejamos decidir la forma en que desean conducir sus asuntos internos, como Estados Unidos ha estado haciendo durante más de dos siglos?
Mi mayor deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso, en alguna manera, estimule a nuestro gobierno para que abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento.
Hoy vemos más claro que nunca que la intolerancia y el odio – por individuos o gobiernos- lo único que disemina es dolor y sufrimiento. Espero que Estados Unidos desarrolle una política con Cuba fundamentada en el amor al vecino, una política que reconozca que Cuba, como cualquier otra nación, quiere ser tratada con dignidad y no con desprecio”. [3]
En su lenguaje encriptado y a veces tortuoso el presidente Barack Obama, que ha hecho famosa su oratoria, ha reconocido el pasado 17 de diciembre de 2014 lo que a Montes le ha valido la prisión:
“Los Estados Unidos hoy están cambiando sus relaciones con el pueblo de Cuba y realizando los cambios más significativos en nuestra política en más de 50 años. Podremos fin a un enfoque anticuado que durante décadas no ha podido promover nuestros intereses”. [4]
Montes al saberlo debió confirmar sus aspiraciones. Ella actualmente se encuentra encarcelada en la prisión del Federal Medical Center (FMC) Carswell (EN) en Fort Worth. Según consta en el listado elaborado por el Oficina Federal de Prisiones de los Estados Unidos, las instalaciones de ésta -ubicada en el extremo nororiental de la base aeronaval (y conjunta de reservistas) de esa ciudad texana- proveen servicios médicos y de salud mental a delincuentes del sexo femenino. El número de prisionera de Montes dentro del FMC es 25037-016. Su fecha tentativa de liberación es el 1 de julio de 2023, y no antes, ya que por ahora no existe la libertad condicional en el sistema penitenciario federal de los Estados Unidos. [5]
Ana está hoy encerrada con algunas de las mujeres más peligrosas de Estados Unidos, donde se asegura que ha tenido como vecinas a una antigua ama de casa que estranguló a una embarazada para quedarse con su bebé, una enfermera que mató a cuatro pacientes con inyecciones masivas de adrenalina y Lynette Fromme, “La chillona”, una seguidora de Charles Manson, que trató de asesinar al presidente Gerard Ford. [6]
Ana Belén Montes merece el respeto de los norteamericanos, y una revisión de la Fiscalía, si en ese país se decidieran a respetar verdaderamente lo que sus ciudadanos consideran. La mayoría de los estadounidenses apoyan la reanudación de relaciones entre Cuba y EEUU, según una encuesta del prestigioso centro de investigaciones PEW Research, según Dpa. [7]
Notas
[1] http://hcalvospina.free.fr/spip.php?article407
[2] http://www.ecured.cu/index.php/Ana_Bel%C3%A9n_Montes
[3] http://www.voltairenet.org/article120208.html
[4] http://islamiacu.blogspot.com/2014/12/pronunciamientos-del-presidente-cubano.html
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Bel%C3%A9n_Montes
[6] https://heraldocubano.wordpress.com/2015/01/16/que-dira-ahora-la-fiscalia-de-estados-unidos
[7] http://www.noticias24.com/internacionales/noticia/96323/63-de-estadounidenses-estan-a-favor-de-restablecer-relaciones-con-cuba/
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