Cortesía Agencia Xinhua
El expresidente de Bolivia Luis Arce se declaró este viernes «absolutamente inocente» en el caso Fondo Indígena y afirmó que las acusaciones en su contra responden a una «motivación política», en el marco de una audiencia cautelar que podría definir su situación judicial.
La audiencia de medidas cautelares, instalada de forma virtual al mediodía, tiene como objetivo determinar si Arce enfrentará el proceso detenido o en libertad.
«Está de más decir que soy absolutamente inocente de las acusaciones que alegremente se están vertiendo, por aspectos claramente políticos, por la coyuntura que atraviesa el Gobierno. Se buscan chivos expiatorios, se busca encubrir lo que está pasando con este tipo de acciones, y lamentamos que en menos de 24 horas se haya elaborado todo esto para llevar adelante una persecución y una aprehensión absolutamente ilegal», manifestó Arce en la audiencia.
El exmandatario denunció que su arresto, ejecutado el miércoles en una zona residencial de La Paz, fue un proceso «ilegal y arbitrario».
Según relató, fue interceptado por personas encapuchadas que no le mostraron orden alguna y lo obligaron a subir a un vehículo.
«Podía haber sido un secuestro», afirmó Arce, antes de precisar que la notificación formal fue entregada varios minutos después, en pleno traslado.
Arce, quien gobernó Bolivia entre 2020 y 2025, rechazó cualquier participación en las irregularidades atribuidas al Fondo Indígena, un programa estatal creado para proyectos de desarrollo rural y envuelto en denuncias de millonarios desfalcos desde 2015.
La Fiscalía sostiene que, como ministro de Economía durante la gestión del entonces presidente Evo Morales, habría autotizado desembolsos de recursos públicos hacía cuentas privadas y omitido controles en proyectos observados.
Arce negó estas acusaciones y aseguró que solo asistió «por casualidad» a una reunión del directorio del Fondo en 2009, función que dijo delegar habitualmente.
El exmandatario también cuestionó la afirmación fiscal de que no tiene domicilio ni trabajo conocidos. Aseguró que su vivienda fue centro operativo de seguridad durante su presidencia y que actualmente trabaja como docente en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz, por lo que rechazó cualquier presunto riesgo de fuga.
En paralelo, su defensa solicitó al juez la «libertad pura y simple», argumentando que Arce, de 62 años, padece cáncer y está a cargo del cuidado de su madre, de más de 80 años.
Su abogado, Jaime Tapia, indicó que el exmandatario presenta un «hipermetabolismo glucótico sugestivo de procesos secundarios y un linfoma», por lo que pidió aplicar normas que garantizan atención prioritaria a personas mayores y en situación de vulnerabilidad.
La defensa subrayó que Arce vive desde hace más de dos décadas en el mismo domicilio y que cumple todos los requisitos para enfrentar el proceso fuera de prisión. Además, presentó una declaración voluntaria de su madre, Olga Catacora Flores, quien certificó que su hijo se encarga de su cuidado personal y de su salud.