Por Info al Desnudo
El presidente Donald Trump negó estar considerando ataques contra Venezuela, tras un informe de prensa que afirmaba que había dado su aprobación a tal medida. Trump respondió “no” cuando los periodistas le preguntaron el viernes, a bordo del Air Force One, si era cierto que estaba considerando atacar instalaciones militares en Venezuela. Volvió a decir “no” cuando se le preguntó si ya había tomado una decisión al respecto.
Los informes y los comentarios de Trump enturbiaron aún más el panorama sobre las intenciones del presidente estadounidense con respecto a Venezuela y su empeño en combatir a los narcotraficantes en el Caribe. La semana pasada, el mandatario estadounidense declaró que “el territorio será el siguiente objetivo”, tras una serie de ataques contra supuestas embarcaciones dedicadas al narcotráfico, el más reciente de los cuáles ocurrió el miércoles, según el gobierno de EE.UU.
La guerra de Trump contra el narcotráfico en el Caribe está generando inquietud en Trinidad y Tobago, la pequeña nación que es un proveedor clave de gas, productos petroquímicos y fertilizantes para Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, que asumió el cargo hace seis meses, ha respaldado los ataques de EE.UU. y ha desestimado las críticas, incluidas las de los pescadores, que temen ser confundidos con contrabandistas, que sostienen que socava la soberanía del país y viola las leyes internacionales.
En ese sentido, la ONU acusó este viernes a Estados Unidos de “violar el derecho internacional” con los ataques aéreos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, que han dejado más de 60 personas muertas.
“Estos ataques, y su creciente costo humano, son inaceptables”, el alto comisionado de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, en un comunicado. “Estados Unidos debe detener tales ataques y tomar todas las medidas necesarias para evitar la ejecución extrajudicial de personas a bordo de estos barcos”.
En Brasil, la ola de narcotráfico en el Amazonas está poniendo al país en rumbo de colisión con la ofensiva de Trump contra los cárteles. Según datos oficiales, las incautaciones de cocaína en la región prácticamente se han triplicado en dos años.