Uno de los mayores errores estratégicos del presidente Trump en la actualidad es sin duda su campaña belicista contra la República Bolivariana de Venezuela. Ese país, que a los ojos de Trump parece un niño con un dulce, al cual puede robar sin consecuencias, es en realidad una trampa caza bobos que terminará llevándolo a la ruina.
“Premio nobel de la paz”
En los últimos meses, el mundo ha visto los esfuerzos del mandatario estadounidense de venderse como un promotor de la paz mundial, sin embargo, al mismo tiempo que hace campaña para recibir un premio nobel, también promueve una agenda de guerra e invasión contra Venezuela.
Este deseo de Trump de tomar el control del país caribeño, no es nuevo, ya en su primer mandato habló mucho del tema, y de sus intenciones de invadir Venezuela para hacerse de los recursos energéticos de esa nación. No obstante, su deseo se vio frenado por sus asesores y líderes militares, que entendían que invadir Venezuela no era tan fácil como él lo veía.
Aun así, a finales del 2020 cuando ya terminaba su mandato, Trump envió buques de guerra al caribe, con claras intenciones de comenzar un conflicto armado.
Lamentablemente para él, en esa ocasión sus planes se vieron afectados por la pandemia del Coronavirus (COVID-19), ya que en los buques de guerra estadounidenses las tripulaciones morían en masa, y los comandantes de dichos navíos se revelaban contra el gobierno de Trump por no hacer nada para ayudarlos y por tratar de encubrir las muertes de marinos.
Trump: Un perro con un hueso
A pesar del fracaso de sus planes contra Venezuela durante su primera administración, Trump no ha cambiado de parecer respecto a invadir dicha nación para hacerse de los abundantes recursos naturales que esta posee.
Pero, a diferencia de su primer período, Trump ahora se ha rodeado de asesores y políticos que alimentan y apoyan su visión retorcida de la realidad, y lo empujan a lanzar una guerra contra el país bolivariano con la excusa de la “lucha contra el narcotráfico”.
Trump respecto a Venezuela es como un perro con un hueso, al cual no le importa gastar tiempo y esfuerzo en algo de lo cual no sacará ningún beneficio. De hecho, de lanzar una guerra contra Venezuela, Trump se dará cuenta tarde de que dicha nación es un hueso duro de roer, y que su obsesión por atacarles lo llevará a la ruina.
El peligro oculto para Estados Unidos
Durante varios años, la federación rusa ha estado peleando una guerra en Ucrania. Cuando ese conflicto comenzó, muchos pensaron que duraría solo unos días, dado que el poderío militar de Rusia respecto a Ucrania era mucho mayor, sin embargo, hasta el día de hoy la guerra continúa y esto es debido al apoyo de los estados unidos y sus aliados europeos a ucrania con armas, asesores, dinero y mercenarios.
Ese conflicto entre Rusia y Ucrania es un ejemplo de lo que podría pasar en el caso de una invasión de EE.UU. a Venezuela. Aunque algunos crean que ese conflicto solo duraría unas pocas semanas, debido al poder militar estadounidense, la verdad es que los estados unidos no estarían peleando solo contra Venezuela sino también con Rusia, China, Irán y una lista larga de aliados, que sin duda querrán aprovechar esta oportunidad para desangrar a los estadounidenses.
En otras palabras, Venezuela es una trampa caza bobos, y con ella pasa algo similar a lo que cuenta aquella conocida historia, que dice que en algunos países de Asia los monos son atrapados colocando un puñado de maíz dentro de un frasco con cuello estrecho.
Según esa historia, cuando el mono mete la mano y agarra el maíz, ya no la puede sacar, podría hacerlo si abriera la mano, pero su obsesión por el maíz no lo deja tomar la decisión correcta que salvará su vida.
Pues está claro, en esta fábula, ya sabemos quién es el mono, que por tomar un poco de petróleo que no le pertenece, arriesga su propia seguridad y la de los estadounidenses.
Sería una guerra sin sentido
Alguien podría decir que Trump tiene razón en tratar de hacerse con los recursos naturales que son tan necesarios para los Estados Unidos, y “si hay que entrar en guerra para ello, pues que así sea”, pero la realidad es que los recursos venezolanos siempre han estado a disposición de Estados Unidos.
El gobierno venezolano nunca se ha negado a vender petróleo o algún otro de sus recursos al país del norte, al contrario, le han ofrecido públicamente convertirse en proveedores seguros de estos recursos.
Entonces, a diferencia de Rusia que tuvo que iniciar un conflicto con Ucrania por su seguridad, la cual se veía amenazada, la administración de Donald Trump pretende iniciar una guerra con Venezuela sin ninguna razón válida, solo por capricho.
¿Por qué este conflicto es un error estratégico?
Durante la administración de Joe Biden vimos a las tropas estadounidenses salir huyendo de Afganistán, después de más de 20 años de guerra contra los talibanes. Dichas escenas nos recordaron a la bochornosa derrota y posterior huida de EE.UU. de Vietnam.
Trump, intentando evitar que algo así vuelva a pasar durante su mandato, ha optado por no enviar tropas terrestres a zonas de conflicto y ha preferido usar aviones steal, drones y misiles lanzados desde embarcaciones para evitar cualquier derrota humillante en el campo de batalla.
Esta estrategia le ha dado ciertas victorias mediáticas (no tanto reales), en casos como la guerra de los 12 días, donde envió aviones B-2 en secreto a lanzar algunas bombas a las instalaciones nucleares iraníes.
Luego de dicho ataque Trump salió a proclamar públicamente que las instalaciones atacadas habían sido totalmente destruidas, lo cual fue desmentido por los medios estadounidenses.
En el caso de Venezuela, las campañas de bombardeos no son suficientes para lograr los objetivos que Trump quiere, que es derrocar el gobierno venezolano para colocar un gobierno títere, que le permita manejar el país a su voluntad.
Para ello se necesitan operaciones terrestres, a menos que quiera destruir el país por completo y reducirlo a cenizas, lo cual no creo que pueda hacer sin consecuencias.
Por ello, vemos que la invasión tan deseada de Trump no se materializa tan rápido como él lo quisiera. Su estrategia ha sido enviar buques de guerra, al caribe, con la excusa de combatir el narcotráfico, pero en realidad desea usarlos para operaciones rápidas, no solo de bombardeos contra Venezuela sino de despliegue de mercenarios y tropas especiales para realizar operaciones de asesinato y sabotaje.
El problema con esta estrategia es que, como dije antes, atacar a Venezuela sería comenzar una guerra no solo con Maduro, sino con Rusia, China y una lista larga de países que están deseosos de una oportunidad para golpear con todas sus fuerzas a los norteamericanos.
Recordemos cómo estados unidos y los europeos han realizado ataques contra instalaciones rusas, como el Nord Stream 2, haciendo parecer que fueron los ucranianos, de la misma manera, ¿cree Trump que Rusia no aprovechará un conflicto en Venezuela para realizar ataques similares contra instalaciones estadounidenses?
Rusia puede, de hecho, hundir las embarcaciones de guerra más sofisticadas de estados unidos, incluso sus portaviones, con mucha facilidad.
De modo que, para concluir, creo que esta campaña de guerra de la administración de Trump contra Venezuela es un error que, de seguir adelante, llevará a la ruina no solo a Donald Trump sino a toda la nación.
José G. Casa