En honor a un amigo. 48 años del vil asesinato de Enrique Rodríguez

Por Sebastiano Grupa. Articulista venezolano.

Conocí a Enrique en la militancia política. Era uno más entre tantos muchachos, adolescentes todos, que optamos por intentar cambiar el mundo, quijotes contra la injusticia, majaderos contra el abuso de los poderosos y dispuestos a ofrendar la vida si era necesario en el intento.

Entre todos nosotros existía una enorme solidaridad, confianza, afectos sinceros, amistad real y sueños compartidos. A esa generación, en momentos varios cuando el azar nos hace reencontrarnos, sentimos que se revitaliza esa conexión cósmica-espiritual que nos unió y que creo nos sigue uniendo. Enrique fue y sigue siendo parte de esto y mucho más, comprensiblemente incomprensible para quien no lo vivió, pero realidad verdadera en quienes creímos que era posible tomar el cielo por asalto.

Esa tarde del 1ro de noviembre del 77 marcó un punto de inflexión, un desgarre emocional para todos, un baño de sangre y de realidad, la parca nos golpeaba en la cara, la posibilidad de morir en esta hermosa aventura era cierta, era pasión, romanticismo y riesgo real y permanente.

En el año anterior habían asesinado a Jorge Rodríguez, quien tenía 34 años y estaba en Caracas, yo lo había visto unas tres veces. Su muerte nos afectó profundamente a todos, a pesar del poco roce que tuvimos por las distancias geográficas. Si la muerte de Jorge nos dejó marcados imaginen el impacto, en este grupo de mozalbetes, del crimen contra Enrique, con quien compartíamos y convivíamos a diario. Fue brutal el choque vivencial.

Fue dolor, indignación e impotencia ante la barbarie. Sería hipocresía no admitir que afloró de inmediato el deseo de venganza, el ojo por ojo, afortunadamente nunca se concretó. La venganza conlleva una espiral de violencia que sabemos cuándo comienza pero nunca cuando termina. La herida aún no sana, sólo el tiempo abonará el perdón.

Ese día Enrique, con sus 16 años de edad, junto a otros muchachos, realizaban pintas de paredes con spray de consignas alusivas al 4to aniversario de la organización política en que militamos, La Liga Socialista-MEUP. Por este “gravísimo” delito cuatro criminales de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM)  le dieron un primer disparo en la espalda, luego, en el suelo le dieron otro (por la trayectoria creo que ese fue el mortal), los criminales de la DIM lo recogieron como a un animal y lo lanzaron, aún con vida, en la entrada del hospital de Guaraguao. Murió cuando lo llevaban a quirófano.  

Hay quienes piensan que hay que olvidar el pasado, que somos unos nostálgicos al recordar y realizar homenajes en estas fechas; la diversidad humana permite todo tipo de opiniones. Para nosotros, Enrique Rodríguez es uno de nuestros muertos, uno de nuestros mártires, uno de nuestros héroes que en mala hora le tocó perder la vida ante el exterminio físico como política de estado contra los contradictores. Enrique, en esta y en todas las fechas, será nuestro Enrique.

MIL ENRIQUES. Cortometraje. Realizado por la Unidad de Producción Audiovisual Puerto La Cruz, Venezuela.  Link

Si esta información te ha sido útil, ¡considera apoyar al autor con una donación! Es fácil y seguro a través de PayPal.

Tu ayuda nos permite mantener el sitio en línea y seguir compartiendo contenido valioso.

También, no olvides darle "Me gusta" y compartir en tus redes sociales para que más personas puedan beneficiarse. ¡Gracias!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.