Por Rolando Prudencio Briancón
Abogado boliviano
Desde luego que Trump, al haber sido condenado por el delito de extorsión cometido contra la prostituta Stormy Daniels a tres años de prisión; no sólo que es un DELINCUENTE declarado; sino porque al haber sido miembro del “Club de los Pedófilos de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwel”l, ésta última condenada 20 años de prisión por cargos criminales de: tráfico sexual de menores y asociación ilícita; no tiene, o no debería tener ninguna autoridad moral para mostrarse como un moralista paladín que lucha contra delitos sexuales de Trata y Tráfico de personas.
Pero no sólo es por mostrarse como un paradigmatico paladín que lucha contra estos delitos, sino que debería también hacerlo contra los enfermos mentales estadounidense que cogen un arma y cometen las trágicas masacres en colegios, universidades, supermercados o donde se les ocurra, dejando un montón de muertos a su paso.
Y es que para un delincuente declarado como Trump es algo intrascendente tener es condición, por lo que la verdadera que tiene es la de un Anestésico Moral; es decir de una persona que no siente ni sentimiento, ni remordimiento por lo que hace. Pero además que muestra los síntomas de su singular cinismo al advertir: «Queremos que Venezuela acepte inmediatamente a todos los presos y personas de instituciones mentales, lo que incluye los peores manicomios del mundo, que los ‘líderes’ venezolanos han obligado a entrar en los Estados Unidos de América», tal cual escribió en Truth Social este 20 de septiembre.
Claro que es ineludible indicar que los Estados Unidos está desarrollando en el Caribe una Guerra Híbrida, ya que por una parte está en pleno uso de sus fuerzas de sus mariners para combatir el narcotráfico, y por otra parte; según además el cínico psicópata de Trump; quien está haciendo justicia por mano propia -ya ha ordenado asesinar amas de una veintena de personas, acusando de ser narcotraficantes venezolanos- sin que nadie detenga a este delirante delincuente que decide quien vive y quien muere.
Pero además que en el caso concreto de Trump, está enfermizamente obsesionado por robar el petróleo venezolano, tal cual él mismo lo admitió, cuando estaba a punto de invadir Venezuela para apropiarse del mismo, pero que hoy tiene que comprarlo del «dictador» de Nicolás Maduro.
Por tanto le ha resultado y le está resultando muy cómodo y sobre todo muy cínico a Trump acusar de la paja en el ojo ajeno; cuando es él propio mandatario estadounidense , quien es un caso clínico y psiquiátrico por todos los delitos cometidos, como las degeneraciones que padece, por lo que tendría que ser el primer paciente en ser ingresado en un sanatorio mental, y enfundado en un chaleco de fuerza.