por Rafael Cancel Miranda
En el periódico El Nuevo Día del pasado 7 de agosto se publicó una noticia que es para preocupar a cualquier puertorriqueño que le importe el futuro de nuestra juventud. En el artículo se anuncia que la comunidad Parcelas Suárez de Loíza había “rescatado” la escuela Gregorio Lanzo y que en adelante su estructura sería usada, entre otras cosas, como “sede de un programa de cadetes para jóvenes de 7 a 17 años a ser administrado por el Ejército de Estados Unidos”.
Esto es bastante preocupante pues es un indicio de la intención del ejército estadounidense de seguir usando a los jóvenes puertorriqueños como carne de cañón. A nuestros jóvenes se le cierran las puertas por todos lados. Acaso es que solo se le abre la puerta para convertirlos en mercenarios del ejército estadounidense, ejército invasor de Puerto Rico, y desde los 7 años de edad comenzar a prepararlos como soldados al servicio del criminal imperialismo estadounidense para atacar a pueblos que nada nos han hecho.
Para añadir a esto, hará algún tiempo que leí una noticia sobre un programa para preparar jóvenes para la guardia nacional. Por experiencias pasadas, ya sabemos a quién sirve esa guardia nacional. Esto me recuerda cómo los amos usaban esclavos para capturar a los esclavos que se fugaban y luego los ponían a castigar con latigazos a los capturados para que el amo no se lastimara las manos. Lo mismo ha sucedido en Puerto Rico, donde han puesto a puertorriqueños a matar a otros puertorriqueños por los intereses del imperio estadounidense.
La inauguración parcial del proyecto sería el 12 de agosto y asistirían varios “legisladores” no identificados y el alcalde de Loíza, los que con su silencio son cómplices del atropello a nuestros hijos y las generaciones futuras.
O nos hacemos libres o nuestros hijos pagarán caro las consecuencias de la esclavitud colonial que vivimos.
Se llega más pronto a la meta de pie que de rodillas.
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